De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
De la serie tribus urbanas del mundo: | |||
Paladín pastafariano | |||
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Hábitat | Allá donde haya que imponer la justicia tallarinesca | ||
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Inteligencia | Mucha, pero la utilizan para cosas raras. | ||
Frase favorita | ¡A la carga por la pasta! | ||
¿Peligroso? | Muchisimo | ||
Obsesión | MONESVOL | ||
Notas | Probablemente no veas uno en tu puñetera vida, pero, creeme, existen. |
El Paladín Pastafariano, nombre científico Paladinus Pastafarianicus es un auténtico friki de Dungeons and Dragons convertido al pastafarismo.
Este espécimen siempre se pide el paladín a la hora de jugar al jueguecito de marras, y el muy loco creyente ha decido llevar su obsesión a la vida real .
Este sujeto dice oir la voz del monesvol (Aunque todos sabemos que esta como una puta cabra) y defiende Los Diez Condimentos con su vida (Que total, no tiene una realmente, así que tampoco se juega nada, además, dime uno de Los Diez Condimentos que implique que tengas que arriesgar el pellejo para algo).
Aunque se cree que los paladines pastafarianos aparecieron de la combinación entre el pastafarismo y Dungeons and Dragons, lo cierto es que los pringaos ya existían allá por la Edad Media. Estos primeros paladines pastafarianos fueron el resultado de un encuentro entre Dios (El de verdad, el que es de espagueti, no ese raro que es un tres en uno) con un grupo de Caballeros Templarios tras una de sus orgias pa' "templarse". (Pese a lo que pueda parecer, desde la Santa Sede de la Iglesia Friki-Pastafariana aseguramos que este encuentro fue 100% real, y no una alucinación etílica)
Estos cruzados de Monesvol tuvieron una misión ligeramente distinta a la del resto de cruzados en Tierra Santa, tenían que recuperar toda la pasta que los infieles moros habian robado a los italianos en su asalto a Italia. Sin embrago, los muy inútiles solo consiguieron una copilla de mierda, el Santo Grial o algo asi, que usaron para "templarse" como hacian en su vieja orden y luego luego se la vendieron a un chacho gitano que pasaba por allí.
Revisó Monesvol los resultados de su orden, y vio que no eran buenos, así que mandó la orden a tomar por culo.
Sin embrago, Monesvol volvería a necesitar un grupo de guerreros que defendiesen su fe, ya que en el Siglo XX la malvada Iglesia Católica destruyó todo rastro de la gran Iglesia que tenía Nuestro Señor Tallarinesco. Así que Monesvol contactó con una mente abierta, Bobby Henderson, para volver a establecer su Iglesia, que llegó a KrusheR (Puaj, que asco, seguro que no se lavó las manos antes de traerla).
Sin embargo, esto no fue suficiente, ya que los muy gilipollas de los pastafarianos se tomaron esta religión en broma, y Monesvol quería volver a tener su religión a nivel mundial con templos hechos de tallarines frescos, que había obtenido durante La Ilustración, cuando todo dios creia en Él por ser la creencia más lógica. Así pues, usó su apéndice tallarinesco para convertir al verdadero pastafarismo a una serie de jugadores de D&D amantes de la clase paladín, volviendoles unos guerreros fanáticos dispuestos a hacer cualquier cosa por su Omnipotente Autoridad Tallarinesca, formando una tribu urbana dedicada a a luchar contra todos aquellos que se opongan a la extensión del pastafarismo. Al final, todos los Paladínes pastafarianos tuvieron que ir a los Estados Unidos y a los países árabes a combatir fundamentalistas cristianos y musulmanes, respectivamente, ya que a parte de estos radicales, nadie daba un pito sobre si extendian su religión o no. Actualmente la mayoría de ellos se encuentran en Irán combatiendo al actual gobierno junto con los rebeldes verdes, a los que pretenden implantar el pastafarismo si llegan al poder.
En la Edad Media: Los paladines pastafarianos medievales llevaban un atuendo similar al de cualquier caballero templario al uso, pero con algunas diferencias: su armadura estaba compuesta completamente por pasta reseca y endurecida, sus escudos eran medio ravioli gigante del mismo material que la armadura, y llevaban a monesvol dibujado en el escudo. Estos tipos estaban todo el dia rezando versiones modificadas del Angelus y el Padrenuestro dedicadas a monesvol, que como buen dios que es, escucha las plegarias de sus seguidores, y estas, al ser un coñazo tan repetitivo, le dieron mas de una jaqueca. También debe saberse de los paladínes pastafarianos del medievo que eran todos machos, ya que una mujer guerrera en aquella época era considerada un marimacho, y todas las marimachos iban al Infierno según la Iglesia Católica. Sus armas eran, a parte del escudo de ravioli anteriormente mencionado, una espada consistente en un macarrón afilado gigante, y además siempre llevabán encima la guia abreviada para cocinar pasta, de 10.000 páginas, que usaban como maza para aplastar el cráneo a sus enemigos y luego utilizarlos como carne para la salsa de los espaguetis.
En la actualidad: El atuendo que llevan los paladines pastafarianos de hoy en dia es mas similar a lo que podemos ver en la foto de la infobox: llevan gorras de monesvol hechas de pasta, y en cuanto armadura para el cuerpo pueden llevar, o bien una camiseta muy friki o una camiseta hecha a partir de un ravioli rectangular gigante. De pantalones, usan un ravioli gigante unido a dos macarrones extra-largos, y en cuanto a calzado, usan dos bolas de espagueti en las que incrustan los pies. Sus armas de hoy en dia son, al desconocer la costumbre medieval de la espada macarronica, espadas normales, de las que venden en el Corte Inglés (Esto va en serio, mira al lado de las navajas suizas, andan por una estanteria de cerca). También, si son (o van de) jebis, como algunos jugadores de D&D, pueden utilizar una cadena con pinchos. Muchos pinchos. Muchos, muchos pinchos. Muuuuuuuuuuchos pinchos. ¿He dicho ya que la cadena tiene una burrada de pinchos?. La costumbre de utilizar el libro "guía abreviada para cocinar pasta" sigue intacta, en todos sus aspectos.
Como buenos fanáticos que son, los paladines pastafarianos tienen una interpretación un tanto "menos light" de los diez (Bueno, en realidad también son ocho para ellos, hasta el punto de añadir más no llegan) condimentos pastafarianos:
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